Contra la utilización partidista de las instituciones públicas de Salamanca
Hace ya casi dos años que en toda la prensa nacional, así como en los informativos de radio y televisión, hablar de Salamanca es hablar de la polémica que ha suscitado la devolución a las instituciones de Cataluña de los documentos que les fueron expoliados por el franquismo durante la Guerra Civil.
Desde entonces, el Partido Popular ha utilizado todos los medios a su alcance para remover el orgullo de los salmantinos basándose en la mentira, la demagogia, y en una indecente utilización de sentimientos estúpidos e irracionales como el odio a los catalanes y a todo lo que tenga que ver con Cataluña, que desgraciadamente es aun palpable en algunos sectores de la población. Es evidente que si esos "papeles" hubieran sido devueltos a cualquier otra región (exceptuando Euskadi), la noticia no hubiese tenido tanta repercusión.
Una de las consecuencias de esta campaña del PP ha sido que Salamanca sea una de las provincias donde más ha descendido la venta de cava catalán las pasadas navidades.
Pero lo más avergonzante ha sido sin duda la utilización partidista de las instituciones públicas a lo largo de estos meses. El Partido Popular se ha aprovechado de su mayoría absoluta para colgar dos pancartas en el balcón del Ayuntamiento. La primera se colocó en junio de 2004, y en ella se leía el lema "por la unidad del Archivo", y en la segunda, colocada en noviembre de 2005, el lema elegido fue "Venceréis pero no convenceréis", frase que Miguel de Unamuno pronunció en el paraninfo de la Universidad de Salamanca en 1936 ante el militar golpista Millán Astray. El PP ha tergiversado la frase y la ha utilizado en el sentido contrario al que fue pronunciada. El rechazo de los descendientes de Unamuno a esta rastrera utilización de la memoria de Don Miguel no solo no ha servido de nada, sino que Lanzarote les ha dedicado frases como "Seguro que si Don Miguel levantara la cabeza le daría un buen cachete a los bisnietos que han dicho lo que han dicho".
Pero por si no teníamos suficiente, hace pocos días Lanzarote nos sorprendía con una nueva ocurrencia: cambiar el nombre de la calle Gibraltar (en la que se encuentra el Archivo) por "calle del Expolio".
Pero a parte de estas cacicadas que todos conocemos, hay que mencionar otras que no han tenido tanta repercusión, como la colocación en todos los autobuses de carteles para la manifestación del pasado 11 de junio, o la utilización de la página web del Ayuntamiento como un instrumento mas para su campaña partidista. En esta web se puede ver una recopilación de propaganda "por la unidad del Archivo": fotos, una cronología de los hechos totalmente manipulada en la que se critica al Gobierno y al tripartito catalán, un dosier de prensa que por supuesto, sólo tiene recortes favorables a los intereses del PP, una recopilación de artículos de opinión, casi todos ellos sacados de periódicos tan objetivos como El Mundo, La Razón, el ABC y los tres periódicos locales salmantinos, e incluso una sección de humor gráfico, con viñetas sacadas de periódicos ridiculizando a varios políticos del PSOE y de ERC.
La opinión del PP sobre este asunto es muy respetable aunque no la compartamos, pero es inaceptable que utilicen los instrumentos de comunicación del Ayuntamiento para difundir su propaganda partidista.
Son ya muchas sentencias judiciales en contra, aparte de los pelotazos inmobiliarios, la falta de oportunidades para los jóvenes, la despoblación, los atentados contra el patrimonio como el parking de Los Bandos, los anónimos de la Casa Lis y el intento de asfixiar económicamente este emblemático museo, los obstáculos a la participación ciudadana, las vacaciones "pagadas" en Marbella...
Es evidente que Lanzarote está nervioso, y la polémica de "los papeles" es el único filón electoral que le queda y va a explotarlo todo lo posible y sin escrúpulos, como está demostrando.
La ciudadanía de Salamanca será la que tenga que decidir en 2007 si a Lanzarote le ha funcionado esta cortina de humo, o si por el contrario castiga la pésima gestión de los intereses de los salmantinos y el servilismo hacia unos pocos empresarios del equipo de gobierno del Partido Popular.
Artículo publicado (con algunos retoques) en el nº 2 de la revista Réplica de Unidad Estudiantil (UNE)
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